Por Almudena Calatrava / The Associated Press
BUENOS AIRES - Los jóvenes Alex Freyre y José María Di Bello, que forman el primer matrimonio homosexual de Latinoamérica, creen que surgirán intentos de anular su casamiento, aunque confían en que la Corte Suprema de Justicia argentina terminará pronunciándose a su favor.
Freyre manifestó ayer a The Associated Press que pese a lo que opinen algunos sectores conservadores, su casamiento con Di Bello es legítimo y se mostró convencido de que el tribunal superior los respaldará “porque tiene que hacer valer la Constitución” que garantiza la igualdad de todas las personas ante la ley.
Freyre y Di Bello hicieron historia el lunes, al casarse en un Registro Civil de la ciudad de Ushuaia, al sur de Argentina. La boda fue permitida por el gobierno de la provincia de Tierra del Fuego.
“Ahora queremos descansar. Fue mucho tiempo de sufrir humillaciones”, dijo Freyre, quien regresó junto a Di Bello a Buenos Aires, donde no lograron casarse ante la oposición del gobierno capitalino.
La pareja confía en que en un futuro la Corte Suprema haga valer una sentencia de primera instancia de una jueza de Buenos Aires que hace unos meses dio vía libre a su boda, al fallar por la inconstitucionalidad de los artículos del Código Civil que establecen que el matrimonio es la unión de un hombre y una mujer.
Posteriormente, las medidas cautelares de una jueza nacional y de un tribunal de alzada, ambos del fuero civil, ordenaron suspender el casamiento, y el gobierno de la ciudad decidió no dar permiso para que se concretara.
Las medidas cautelares disponían que la boda se suspendiera hasta que se resolviera sobre la supuesta inconstitucionalidad de dichos artículos del Código Civil, puntualizó a la AP María Rachid, presidenta de la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans.
“Es decir, existe una sentencia firme de una jueza a favor del matrimonio de Freyre y Di Bello y no hubo fallo de nulidad en contra del matrimonio, sólo medidas cautelares”, dijo Rachid.
“Seguro que surgirán planteos de nulidad de esta boda, pero no será hasta febrero porque mañana comienza el receso judicial”, agregó.
Está previsto que en 2010 el tribunal supremo se pronuncie sobre otro caso, que es el de la boda que desean concretar Rachid y su pareja, Claudia Castro, asunto que distintas instancias judiciales analizan desde 2007.
Rachid, al igual que Freyre, considera que en los próximos meses decenas de parejas homosexuales van a intentar casarse en Tierra del Fuego y otras provincias donde saben que hay jueces que los apoyan.